Ayer por la tarde estaba entrando en Santiago y pensé que tenía que coger las llaves para abrir el garaje, inmediatamente supe que no tenía las llaves, ni las del garaje ni las de casa que van en el mismo llavero.
El viernes me fui con un abrigo viejo que se cae a pedazos y el sábado no sé muy bien por qué lo saqué del coche, de hecho cuando lo estaba sacando me pregunté que para qué lo sacaba. En el bolsillo estaban las llaves.
El viernes me fui con un abrigo viejo que se cae a pedazos y el sábado no sé muy bien por qué lo saqué del coche, de hecho cuando lo estaba sacando me pregunté que para qué lo sacaba. En el bolsillo estaban las llaves.
Ante la perpertiva de hacer unos 240 km después de haber hecho ya 120 decidí contactar con Iago para ver si por casualidad se venía para Santiago esa noche y resultó que sí, tendría que esperar un par de horas pero me ahorraría el viaje. Así que aparqué el coche y pensé qué hacer, un domingo a las 9 de la noche es difícil encontrar a alguien que esté disponible, así que al final caminé por la ciudad, estuve en un par de bares tomando unas cañas y me tentó la idea de noche solitaria de bares, pero un domingo hay muchos locales cerrados y además tenía que meter el coche en el garaje así que la borrachera no procedía. Al final caminé, tomé algo y esperé, pero no tenía abrigo y acabó por cogerme el frío.
Me resultan profundamente ofensivos estos olvidos, no suelen pasarme, pero en esta primavera parece que alguno se va dando, igual es el formateo que empieza. Y al final me cogió el frío.
2 comentarios:
Serás petardo!! Haber chamado por teléfono en lugar de vaguear por aí!
Boh, supuxen que estarías ocupada a eso dun domingo as 9, estiven a piques de chamarte, faltoulle un pelo, pero ó final deume un pouco de rollo e pensei que non estarías libre e decidín non molestar. Estiven a tomar un corto no Abellá e unha caña no Atlántico. Para outra vez que se me esquezan as chaves (a ver si me pasa o menos posible) chámote.
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