Actos Inexplicables

miércoles, 20 de abril de 2011
A veces uno hace cosas y no sabe muy bien por qué. Ayer estaba haciendo unos recados por la tarde, en un día gris y húmedo, decidí pasarme por "Follas Vellas" una tienda de libros, discos y videojuegos de segunda mano. No iba con ninguna intención clara, quizá comprame un llibro, pero últimamente me cuesta mucho decidirme a comprar alguno porque hay cientos de libros y nunca sé cual coger, la mayoría no sé de qué van y los que sé de que van más o menos no acabo de saber si me gustarán lo suficiente como para dedicarle el tiempo de leerlos.


La cuestión es que me puse a mirar discos de vinilo, por echar un vistazo y en parte por una idea que se me ocurriera una vez de comprarme un vinilo (nunca he tenido ninguno) como objeto decorativo. Buscaba algo de Cohen, quizá algo de Queen, o algo así mítico. Había poca cosa, pero encontré el "Senderos de tracición" de Héroes del Silencio por dos euros, la edición de 1990, escrito con boli en la carpeta el nombre del pub al que perteneció en algún momento, el Pub Xestas.


Al final me veo yendo a casa con un vinilo que no podré escuchar porque no tengo plato ni intención de comprarmelo, seguramente ni suene porque estará rayado y como tema de conversación o para explicar por qué me lo compré podría no estar mal, pero mi casa y mi habitación pocas visitas reciben. Una cosa con bastante poco sentido, pero bueno sólo fueron dos euros.




E igual que lo del vinilo está lo de la limonada, que no me gusta la limonada, y ayer me da por hacerme limonada, porque me apetecía limonada. Me salió mal y no me gustó nada, claro es que la limonada no me gusta.




En fin, actos inexplicables en esta primavera rara.

0 comentarios:

Free counter and web stats