To Give Up

jueves, 4 de agosto de 2011
Asumir la derrota es relativamente sencillo, pero rendirse... rendirse es muy complicado.

Las circunstancias, alguien mejor, un golpe de suerte o incluso los errores propios pueden llevarle a uno de cabeza a la derrota, y entonces uno levanta la vista, mira de frente, siente todo el dolor y toda la impotencia, ve el infinito de la ausencia del objetivo perseguido extendiéndose por el interior del pecho y asume que ha sido derrotado.

La rendición. Rendirse implica perder toda esperanza, más allá incluso, ya sin esperanza uno puede seguir trabajando por si alguna chispa de suerte explota e incedia el aire. Rendirse es abandonar todo movimiento, el vacío más absoluto del alma.

Algunas veces rendirse sería una gran opción, pero yo en mi lista de guerras tengo muy muy pocas rendiciones, tengo por el contrario miles y miles de páginas de derrotas con sus lugares de batallas, las bajas sufridas, los años entregados, los terrenos expropiados...

Me sentaré con un lápiz en la mano esperando poder inscribir otra derrota definitiva más, me gustaría poder rendirme pero no puedo hacerlo, así que aquí estaré, esperando la derrota.

Con un lápiz en la mano.

Esperando la derrota.

0 comentarios:

Free counter and web stats