Es sabido y más que sabido que la primavera es la época en la que vuelve el calor, en la que despierta la vida y todo cobra de nuevo movimiento.
Pero en ciertas circunstancias que incluyen un bonito día, una leve brisa o un poco de viento, y un cerezo en flor de buen tamaño, o mejor varios, podrás ver como los pétalos de las flores se desprenden y caen suavemente como copos de nieve, llegando incluso a tender un leve manto blanco sobre el suelo. Es la nieve bajo el sol, sin frío, una métafora natural con casi todos los aspectos buenos que tien el nevar; la calma y la livianidad de los copos y de la vida al caer.
En el valle del Jerte seguramente les parecerá una obviedad.
Pero en ciertas circunstancias que incluyen un bonito día, una leve brisa o un poco de viento, y un cerezo en flor de buen tamaño, o mejor varios, podrás ver como los pétalos de las flores se desprenden y caen suavemente como copos de nieve, llegando incluso a tender un leve manto blanco sobre el suelo. Es la nieve bajo el sol, sin frío, una métafora natural con casi todos los aspectos buenos que tien el nevar; la calma y la livianidad de los copos y de la vida al caer.
En el valle del Jerte seguramente les parecerá una obviedad.

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